Tiempo de lectura: 3 minutos.
Escrito por: Javier Ballesteros.
“La capacidad de procesamiento inconsciente del cerebro humano se estima en aproximadamente 11 millones de piezas de información por segundo. Compare eso con la estimación para el procesamiento consciente: alrededor de 40 piezas por segundo.”[*]
En cada disciplina podemos encontrar frases que tratan de simplificar algún paradigma. En economía, por ejemplo, se dice que, “no hay almuerzo gratis”. En comunicación que, “si no quiere que algo salga publicado, no lo diga”.
Ahora bien, qué pasa si lo que estamos tratando de decir sí queremos que salga publicado -probablemente porque es uno de nuestros mensajes clave, de la organización, el proyecto o la campaña-, si tenemos al periodista de frente pero no estamos logrando captar su atención, o en el contacto directo con nuestro público final no logramos transmitir la intención de la idea, enfrentar su pensamiento, impactar sus emociones y persuadir sus decisiones o acciones. ¿Qué será lo que está fallando? Una opción, que a veces pasa desapercibida aunque no debería, es que no complementamos nuestras palabras con una comunicación no verbal adecuada.
Nuestra comunicación es una combinación de frases explícitas con mensajes implícitos expresados mediante elementos no verbales. La comunicación no verbal incluye expresiones faciales, tono y velocidad de la voz, gestos, posturas y hasta la distancia (proxemia), entre otros.
Durante cerca de una década, el profesor Dr. Albert Mehrabian investigó diversos escenarios de la comunicación, tanto la verbal como la no verbal, en diferentes contextos. De allí sintetizó la regla del 7-38-55 que propone que el 7% viene por lo que decimos, el 38% por el tono y el 55% por el lenguaje corporal. Además, el reconocido autor Allan Pease, sostiene que el 87% de la información llega por la vista, el 9% por los oídos y el 4% por el resto de los sentidos.
Por ello, a continuación les compartimos cinco claves para que nuestra comunicación no verbal esté alineada con nuestros mensajes y, por lo tanto, complemente nuestras palabras, lo que es de especial interés en el ecosistema digital, multimedia y audiovisual.
(1) Lenguaje corporal
Las expresiones faciales son particularmente difíciles de controlar. El primer paso es estar convencido de su importancia, saber que las hacemos y cuáles, luego es indispensable practicar. Algunos consejos puntuales: mire de frente, mantenga contacto visual, vea con intención comunicativa, gesticule lo necesario, evite sonreír innecesariamente y absténgase de jugar con sus manos o pies.
(2) Postura
La proyección de un mensaje varía según el lugar desde el que se emite y el lugar desde el que se recibe. Su cuerpo puede ser como un podio, que atraiga la atención, o más bien un elemento distractor. Use las herramientas no verbales para agregar valor, reforzar el mensaje y proyectar su liderazgo como vocero. Mantenga la cabeza equilibrada sobre el cuello, los hombros relajados, los brazos separados del cuerpo. Realice gestos abiertos y fluidos, ubique sus movimientos en el tercer cuadrante (a la altura del pecho) y desplácese con intención para dominar el espacio.
(3) Voz
Conozca su voz, identifique sus fortalezas y debilidades, trabaje en el tono y volumen, hable con una velocidad adecuada. Las emociones son contagiosas y la voz es un medio sensible para transmitirlas; si se enfrenta a un momento de alto estrés, probablemente su capacidad de comunicar esté comprometida. Si siente enojo, es probable que provoque enojo, y que eso empeore la situación. No alce la voz, trate de lidiar con la situación de la manera más optimista posible.
(4) Proxemia
El manejo del espacio personal varía con frecuencia entre las diferentes culturas y, por supuesto, según los vínculos específicos o el contexto particular en que se da la interacción. Sea consciente del nivel de intimidad con una persona y en una situación, la manera en que usted se acerque, desde el saludo hasta un apretón de manos para cerrar un acuerdo, y sin duda la distancia que mantenga a lo largo de la conversación, transmitirá un mensaje que puede sumar o restar a su estrategia de relacionamiento.
(5) Considere a su público
Berger y Luckmann en su texto sobre la construcción social de la realidad señalan que “hay una correspondencia continua entre mis significados y sus significados en este mundo”. Es decir, la construcción de la realidad es intersubjetiva, y la comunicación no verbal no es ajena a esto. Lo que se comunica con el lenguaje corporal y los elementos no verbales tiene efectos sobre cómo se es percibido por la otra persona, qué tanto gusto, respeto o confianza pueda producir. Conozca a su público, considérelo, defina su estrategia y practique antes de enfrentarlo.
En Próxima somos expertos en entrenamiento de voceros y si quiere aprender a proyectarse mejor o si ya intuye cuántas oportunidades han sido mal aprovechadas por una falla en su comunicación no verbal y verbal, no lo deje al azar y reciba asesoría profesional.
[*] David DiSalvo, 2013: https://www.forbes.com/sites/daviddisalvo/2013/06/22/your-brain-sees-even-when-you-dont/#40d0224e116a (Para más información sobre el poder de procesamiento cerebral consciente versus inconsciente, consulte el excelente libro de Timothy Wilson, Strangers to Ourselves.)
Kommentare